Aun así nos falta considerar algo más.
Los componentes de la molécula del agua poseen orígenes muy dispares: mientras que el hidrógeno se formó en los albores del Universo, como consecuencia de las primeras concreciones de materia, en los primeros minutos de la evolución cósmica después del Big Bang (hace alrededor de 13,6 Gy [1]), el oxigeno -como la inmensa mayoría de los elementos químicos, exceptuando el Helio y trazas de algunos isótopos de Litio y Berilio- tuvo que aguardar miles de millones de años para ver la luz, al concluir la evolución de las estrellas de "primera generación", cuyo combustible primigenio, el hidrogeno, originaría por nucleosíntesis los elementos químicos más pesados.
Las nubes interestelares -como las de la nebulosa de Orión- has sido "fertilizadas" mediante estos nuevos elementos que se unen de manera incipiente formanto asociaciones moleculares complejas.
Nunca un novio tuvo que esperar más de 5.000 millones de años a su prometida para desposarse con ella.
Casi nunca un galán (madurito) triplica la edad de su novia.
Pocas veces un compromiso es tan firme y se mantiene durante tanto tiempo.
Ninguna pareja ha sido tan fecunda como esta.
La molécula del agua es, sin duda, una extraña pareja.
[1] Gy = Giga año = 1000 millones de años = Evo.
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