El tiempo pasa, mansa pero inexorablemente, como cae la nieve...
Panta rhei, todo corre, todo fluye, todo cambia. Solo en el cambio está la esencia de las cosas; y nosotros, surfistas de la entropía, intentamos mantenernos en la cresta de la ola.
Nos aferrarnos al pasamanos intentando detener nuesta bajada por la suave pendiente del tiempo.
Decia el Dr.Margalef que las expansiones de muchos organismos planctónicos responeden al caracter fractal de la turbulencia de las aguas, pues, mientras las prominencias mayores se anclan
a la viscosidad del medio, la superficie del organismo es "lavada" por las los micro-remolinos de orden inferior, manteniendo el necesario gradiente para la supervivencia.
Igual ocurre con la entropía: gracias a su caracter fractal escapamos (en viversos niveles de organización) a la incesante degradación... y aquí estamos.
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