Délicatessen est un film délicieux dans lequel le spectateur est submergé par une ambiance très particulière. Fourmillant de trouvailles humoristiques, c'est également une comédie cynique hilarante. L'image est impeccable du début à la fin : les décors sont somptueusement glauques,les plans très divers et originaux, les lumières inquiétantes... Les acteurs, tous excellents mais injustement méconnus, vous servent magistralement une galerie de personnages excentriques sur un plateau d'argent. Le scénario, enfin, est irréprochable dans les deux premiers tiers du film, où le thème de la déshumanisation de la société est implicitement démontrée par des dialogues grinçants ou des gags visuels tranchants. La dernière partie, véritable chaos diégétique voulu et maîtrisé, nous crêve les yeux avec une réalisation et des effets spéciaux ébouriffants qui vaut à Délicatessen sa notoriété internationale.
Film culte Français par excellence. Scènes après scènes, l'inventivité des gags fonctionnent toujours à merveille dans cet univers à la fois sombre et magique... Et lorsque un film a tout pour lui, c'est-à-dire, des acteurs formidables, des dialogues tranchants, une photographie sublime, une mise en scène créative, une musique entraînante, le tout porté dans une intrigue assez étrange, cela ne peut que s'appeler Chef-d'oeuvre. "Delicatessen" est le genre de film qui nous laissent l'impression d'avoir vraiment vu quelque chose qu'il fallait découvrir au moins une fois dans sa vie cinéphilique...
C'est un énorme exercice de style unique en son genre. Complètement tordus, absurdes, les habitants d'un immeuble au milieu d'un champ de ruines, en pleine apocalypse humaine, se mettent sur la gueule d'une drôle de façon. L'image de Jeunet toujours au top, ses acteurs sont magnifiquement typés, la musique colle... A part une ou deux scènes un peu surfaites, le film est agréablement mené - malgré l'absurdité de l'histoire - et peut-être considéré comme un objet de collection, une composition originale et unique, une antiquité visuelle inestimable.
Nuestro calendario es una extraña mezcla de astronomía, matemáticas, política, religión y errores fortuitos, que tras sucesivas correciones han llevado al resultado que todos compartimos como base práctica para el cómputo del tiempo.
Valgan unos cuantos ejemplos de como las diversas culturas de nuestro mundo pasado y actual han resuelto, con parecidos recursos, un mismo problema: anticiparse a los acontecimientos y hacer planes de futuro.
Esto nos distingue, entre muchas otras cosas, del resto de los seres vivos.
La imaginación, el genio y la creatividad se unen en los trabajos de Jeffrey Ventrella, programador difícil de definir, pero capaz de desarrollar entornos virtuales en los que se reflexiona sobre las raíces más profundas de la genética, la evolución y la puesta en evidencia de propiedades emergentes de sistemas.
Los mejores momentos de la lectura son aquellos en los que te encuentras con algo –un pensamiento, una sensación, una manera de entender el mundo- que hasta entonces creías que era algo íntimamente personal, que solo era tuyo; y ahora, de repente, lo encuentras expresado por alguien, una persona a la que ni siquiera conoces, o que hace tiempo que ha muerto incluso.
Y es como si del libro surgiera una mano y cogiera la tuya.
Además de la magnífica (y saludable) cocina mediterránea, tesoro que compartimos con los pueblos ribereños del Mare Nostrum, me complacen las preparaciones que combinan alimentos tradicionalmente dispares, cuyo sinergismo organoléptico crea sensaciones sorprendentes a la vez que interesantes.
Así resultan soberbias las piezas de caza con mermeladas de tomate o jengibre, deliciosos los tocinillos de cielo al cabrales (tomados en la plaza del Fontán de Oviedo) o nostálgicos los “espumosos” de cerveza y limón de Zaragoza, sin olvidar la sobrasada de Menorca o Mallorca ("de porc negre") con miel y el queso de Valdeón o de Idiazabal con membrillo...
Hoy proponemos un plato “con fundamento”, al decir de Karlos: bioquímica con matrices, un maridaje perfecto entre dos disciplinas lo suficientemente alejadas para producir, al combinarlas, un resultado perfectamente enmarcable en la cocina tecno-emocional.
El desarrollo embrionario es el período en que, desde la fecundación hasta el nacimiento del nuevo ser, se llevan a cabo todos los procesos de formación de estructuras y diferenciación celular que desembocan en un individuo completo desde el punto de vista anatómico y fisiológico.
Consta de las fases de: fecundación, segmentación, gastrulación y organogénesis.
Fecundación: es la unión de las dos células reproductoras, de sexos contrarios, los gametos, hasta que se funden en uno solo los respectivos núcleos y parte del citoplasma. Es un proceso complicado que conduce a la formación de una célula, el cigoto o huevo y que comienza con la penetración de un espermatozoide en un óvulo. En la fecundación no participa todo el espermatozoide, sino sólo el núcleo y el centrosoma; ambos corpúsculos se dirigen al núcleo femenino y el primero acaba por fusionarse con él, mientras el centrosoma se divide en dos, originándose las esferas atractivas, que se colocan en los polos del cigoto para la primera división del desarrollo embrionario, que comienza con la segmentación.
Segmentación: es la repetida división por mitosis del óvulo fecundado hasta llegar al estado de blástula, dando lugar a numerosos blastómeros. Puede ser, según la participación de todo el vitelo o la distinción en formativo y nutritivo, total o parcial; la primera puede ser igual o desigual, y la segunda discoidal o superficial. En esta fase de distinguen las siguientes formaciones:
Blastómeros: son cada una de las células en que se divide el huevo o cigoto para dar lugar a las primeras fases embrionarias.
Mórula: es el estado temprano del desarrollo de un huevo fecundado, durante el período de segmentación, en el que el conjunto de células, en número reducido todavía, se semeja a una mora. Los blastómeros emigran hacia la periferia para formar una única capa.
Blástula: es una de las primeras fases del desarrollo embrionario de los animales metazoos; la que sigue a la mórula. Los blastómeros se disponen en una capa celular continua que circunda una cavidad interior, el blastocele, también llamada cavidad de segmentación. Sus paredes luego estarán cerradas por el blastodermo, (blastómeros dispuestos en una sola capa) , forman la pared de la blástula y marcan el final de la segmentación. El blastocele está lleno de un líquido, el blastoquilo.
La estructura de la blástula es, pues, mododérmica, y su forma, muy variada, depende de la cantidad de vitelo contenida en el huevo. Por un proceso de invaginación se transforma en gástrula. El vitelo es el protoplasma del óvelo de los animales y, por extensión, del óvulo fecundado. Se distingue un vitelogerminativo, también llamado formativo o activo, que es el que experimenta la división se segmentación embrionaria, y un vitelo nutritivo o pasivo, constituido por substancias de reserva, para nutrir al embrión en las primeras fases de su desarrollo.En los óvulos de los mamíferos vivíparos, como en los de numerosos invertebrados, predomina el vitelogerminativo en los óvulos alecitos y heterolecitos; en los de los artrópodos es variable la cantidad de vitelo nutritivo en los óvulos centrolecitos; mientras que éste ocupa la casi totalidad de la yema en los óvulos telolecitos de aves y reptiles. Algunos biólogos dan el nombre de vitelo al nutritivo o deutoplasma.
Gastrulación: es el proceso de formación de la gástrula. Comprende la invaginación o embolia, que es la forma ordinaria de la grastrulación de la blástula, consistente en que una parte de la misma se introduce en la otra, como sucede cuando se comprime una pelota de goma pinchada hasta formar con ella un casquete hemisférico: la parte que queda fuera viene a ser el ectodermo de la gástrula, y la parte invaginada el endodermo.La gástrula es una fase del desarrollo embrionario de los metazoos, que sucede a la de blástula, y que produce en general por invaginación de ésta, con formación de un saco de pared doble, cuya cavidad, el intestino primitivo, arquenterón, celenterón o gastrocele, comunica con el exterior por un orificio, el blastoporo, que actúa de boca y ano. Las dos capas parietales o blastodérmicas son el extodermo, la externa y el endodermo, la interna, aquél procedente de las células del polo animal de la blástula y éste de las del polo vegetativo.Algunos animales, como los celentéreos, terminan su desarrollo en esta fase, carecen, por tanto, de cavidad general o celoma, que es una cavidad o cavidades mesodérmicas, y son los acelomadosdiploblásticos, con sólo dos capas blastodérmicas.
En otros aparece una tercera capa o mesodermo, producida por el ectodermo y el endodermo, en los metazoos triploblásticos, y en la mayoría de éstos, desde los briozoos a los cordados, después de haber aparecido unos esbozos mesodérmicos, se forma una cavidad general o celoma, después de haberse escindido en dos capas, la esplácnica, que junto con el endodermo de los metazoarios superiores forma el tubo digestivo, y la somática, que, unida al ectodermo, constituye la pared del cuerpo, dejando entre ambas dicha cavidad, el celoma. En los anélidos, equinodermos y cordados, el celoma es la cavidad donde se halla el tubo digestivo, mientras que en los artrópodos y moluscos se halla reducido a las cavidades de las gónadas y del aparato excretor.A partir del ectodermo se forman la epidermis y formaciones tegumentarias, como pelos, plumas, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas, recubrimiento de aberturas, como boca, nariz y ano, los dos extremos del tubo digestivo, el sistema nervioso central y nervios periféricos, los tegumentos (que son la epidermis y sus derivados), el sistema nervioso, determinadas partes de los órganos sensoriales y las porciones extremas del tubo digestivo; el mesodermo da origen al notocordio o cuerda dorsal y a los somites y éstos, a su vez, originan la dermis, los tejidos muscular estriado, óseo, cartilaginoso, conjuntivo y adiposo, los aparatos circulatorio, el excretor y gonadal y las pleuras; el endodermo origina el tubo digestivo, excepto sus extremos, con sus glándulas derivadas o las glándulas anejas, y el revestimiento interior de los pulmones. El blastoporogastrular se convierte en ano en los celomados llamados deuteróstomos, equinodermos y cordados; y pasa a ser boca en los próstomos, que son todos los demás filos.En el extremo opuesto al blastoporo, según el grupo zoológico al que pertenezca, aparece otra abertura, que actuará como boca en los deuteróstomos y como boca en los próstomos.
Organogénesis: Es la formación de los esbozos organógenos y diferenciación de los mismos. Terminado el desarrollo embrionario, el animal surge al exterior, bien por la eclosión del huevo, como en los reptiles y aves, bien en el acto del parto, como en la inmensa mayoría de los mamíferos. En numerosos peces y anfibios, como en muchos invertebrados, parte del desarrollo embrionario se realiza en la vida libre, y se continua insensiblemente, con las metamorfosis que conducen al estado adulto.
La teoría quimiosmótica enunciada por Peter Mitchell, explica cómo la energía derivada del transporte de electrones por la cadena de transporte de electrones se utiliza para producir ATP a partir de ADP y Pi. La bomba de protones: el transporte de electrones está acoplado al transporte de H+ a través de la membrana interna mitocondrial desde el espacio intermembranal. Este proceso crea simultáneamente a través de la membrana interna mitocondrial un gradiente eléctrico (con más cargas positivas en el exterior de la membrana que en la matriz mitocondrial) y un gradiente de pH (el exterior de la membrana está a un pH más ácido que el interior). La energía generada por este gradiente es suficiente para realizar la síntesis de ATP.
Este Blog, de carácter educativo, creado para poner de relieve algunas cuestiones relacionadas con el conocimiento de Nuestro Entorno, utiliza diversos recursos propios y de la Red.
Si alguno de ellos posee derechos de autor o es de uso exclusivo por parte de alguna Persona o Entidad pública o privada, será inmediatamente retirado, al recibir la oportuna comunicación por correo electrónico.